Sean “Diddy” Combs, una figura destacada de la industria musical, ha enfrentado acusaciones inquietantes sobre su comportamiento hacia artistas jóvenes, entre ellos Usher y Justin Bieber. A lo largo de los años, han surgido rumores e historias que pintan un panorama inquietante sobre las relaciones y las prácticas de mentoría de Diddy.

Con tan solo 14 años, Usher fue enviado por su mentor, LA Reid, a vivir con Diddy en la ciudad de Nueva York. La idea era que Usher aprendiera sobre la industria musical y desarrollara su arte. Sin embargo, Usher ha insinuado desde entonces que presenció “cosas curiosas” durante el tiempo que estuvo en la casa de Diddy. Si bien no ha dado muchos detalles, algunas fuentes afirman que la experiencia le dejó cicatrices duraderas.

Una afirmación particularmente siniestra es que Usher terminó hospitalizado durante el tiempo que estuvo con Diddy, supuestamente debido a eventos traumáticos. Estas acusaciones han alimentado las especulaciones sobre conducta inapropiada y abuso de poder dentro del círculo del magnate de la música.

Años después, Justin Bieber también pasó a estar bajo el ala de Diddy, gracias a la ayuda de Usher, que había asumido el papel de mentor del joven cantante. Bieber, descubierto por el mánager Scooter Braun, saltó a la fama rápidamente después de que Usher le presentara a LA Reid. Desde entonces, la participación de Diddy en los inicios de la carrera de Bieber ha sido objeto de escrutinio y algunos cuestionan la naturaleza de sus interacciones.

Un video que resurgió muestra a Diddy haciendo referencia en broma a haber pasado “48 horas” con Bieber, de 15 años, lo que algunos han interpretado como inapropiado. Bieber, ahora adulto y padre, se habría distanciado de Diddy a la luz de las recientes acusaciones, pues le resulta difícil procesar las revelaciones.

Las supuestas acciones de Diddy no sólo han afectado a sus alumnos, sino que también han suscitado dudas sobre la cultura de la mentoría en la industria musical. Las denuncias de acoso, manipulación y abuso de poder se extienden a otros artistas e incluso a miembros de su familia, según algunas fuentes. Los críticos sostienen que estos patrones reflejan un problema más profundo de autoridad desenfrenada y explotación dentro de la industria.