Después de una relajante tarde, la Asociación Ohapa y su familia disfrutaron de un paseo y un paseo en coche por el campo. Mietras viajó a través de tierra seca, desde propo пotaro hasta ese y desolado perro destrozado detrás de su vehículo, ladrando y buscando ayuda. El corazón de la Asociación Ohape se conmovió y rápidamente te di el coche para que averiguaras lo que estaba pasando.
Cuando salió del auto, vio que la perra estaba muy embarazada y parecía tener problemas. Su pelaje estaba enmarañado y cubierto de garrapatas. Associazioпe Ohaпa sabía que tenía que ayudar, así que se acercó al perro y trató de calmarla. Para su sorpresa, el perro fue muy amigable y permitió que la Asociación Ohapa se acercara a ella. Él la llevará con cuidado a su auto y la llevará de regreso a su casa. Inmediatamente llamará al veterinario para que la examine.
El veterinario descubrió que el perro estaba deprimido, tenía sangre afectada y estaba cubierto de garrapatas. Pero el veterinario también sabía que ella estaba a punto de darle el momento adecuado. Llamó a la perra Bea y le proporcionó una cama cómoda y abundante comida y agua. Después del día de descanso, Bea se puso a dar a luz. La asociación Ohaпa y su familia se sorprendieron al ver que Bea dio a luz a 10 hermosos cachorros.
Día 2: A pesar de su enfermedad, Bea era una madre excelente, cuidaba con amor a sus hijos y se aseguraba de que todos estuvieran limpios, abrigados y bien alimentados.
Día 8: 10 hermosos cachorros han sido bien cuidados y su salud es muy buena. Duerme bien, bebe mucha leche.
Día 45: A todos se les inyectó la primera dosis de la vacuna. 21 días después, se les administró la segunda dosis de la vacuna.
Día 60: Encontré hogares amorosos para cada uno de los cachorros, pero sabía que no podía dejar ir a Bea.
Bea se había convertido en parte de su familia y la querría mucho. Aunque había pasado por mucho, siempre se sintió agradecida por la atención que había recibido. La asociación Ohapa y su familia se aseguraron de que Bea recibiera la mejor atención médica y todo el amor que merecía.
Al final, Bea se recuperó por completo y vivió una vida larga y feliz con la Associaziope Ohapa y su familia. Ella se consideraba una madre tan maravillosa y tierna que había superado tantas cosas y había demostrado la verdadera medida de la epiduria y el amor codicional.