En Ohio Sunrise Sanctuary se ha formado un vínculo inusual entre una vaca y un pitbull, que se han convertido en compañeros inseparables. Janet Bland, cuidadora de Sunrise Sanctuary, describe a Wesley, la gentil vaca gigante, como alguien rebosante de afecto a pesar de su enorme tamaño. Wesley disfruta de los abrazos y los besos, especialmente cuando provienen de su mejor amigo, Chance, un pitbull de 9 años.
El viaje de Chance al santuario comenzó en noviembre de 2009, cuando la fundadora del santuario, Mindy Mallett, se embarcó en una misión de rescate para salvar dos pavos de una granja. En medio del esfuerzo de rescate, Mindy notó terneros alojados en jaulas, y fue allí donde encontró una conexión especial con un ternero llamado Wesley. Mindy recuerda haber sentido el gesto afectuoso de Wesley mientras le chupaba suavemente los dedos, lo que la impulsó a tomar la decisión de llevarlo al santuario.
Chance, por otro lado, tuvo un comienzo tumultuoso en su vida. Comprado en un mercadillo cuando tenía sólo 6 semanas de edad, el primer dueño de Chance supuestamente lo confinó en un baño debido a su comportamiento travieso. Mindy intervino y se ofreció a cuidar a Chance en el santuario.
A medida que Chance y Wesley crecieron juntos, su vínculo se profundizó. Ambos habían experimentado una separación temprana de sus madres, creando un entendimiento compartido entre ellos. A pesar de sus orígenes contrastantes, Chance y Wesley encontraron consuelo y compañerismo en la compañía del otro.
Su amistad sirve como un recordatorio conmovedor del poder transformador del amor y el compañerismo, que trasciende las fronteras de especies y orígenes. En Ohio Sunrise Sanctuary, la improbable amistad de Wesley y Chance es un testimonio de la misión del santuario de compasión y cuidado de todos los seres.
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