A pesar del dolor constante, la perseverancia del perro brilló mientras valientemente y sin cesar combatía los ataques continuos del parásito.
Conozcan a Bella. Era un día soleado de septiembre cuando un grupo de dedicados trabajadores de rescate animal en Johannesburgo, Sudáfrica, la vieron y su condición era desgarradora.
Cuando la miras, notarás esos pequeños bultos blancos que cubren sus orejas y ojos. No es una misteriosa condición de la piel, sino una infestación de garrapatas. Es casi imposible no conmoverse por su situación, ya que está prácticamente cubierta por estos parásitos chupadores de sangre.
Estas garrapatas se concentran alrededor de las orejas y los párpados, donde la piel es delicada y los vasos sanguíneos abundan. La alimentación incesante de las garrapatas había dejado a Bella tan ensangrentada que estaba prácticamente anémica y apenas podía reunir fuerzas para caminar.
Estas imágenes pueden ser difíciles de ver, especialmente para aquellos que sienten un profundo afecto por los perros. Sin embargo, cumplen un propósito importante: arrojar luz sobre la dura realidad que enfrentan perros como Bella cuando son abandonados.
La organización que descubrió a Bella, conocida como CLAW, enfrentó una tarea abrumadora. No pudieron eliminar la mayoría de las garrapatas de inmediato debido al riesgo de una grave pérdida de sangre. Entonces, decidieron darle tratamiento y esperar a que las garrapatas finalmente se cayeran.