Solo basta una cosa que por mínima que parezca puede hacer la diferencia para salvar a un perro. Hay quienes en medio de su apatía deciden seguir de largo y fingir que en las calles hay muchos peluditos vulnerables; otros, son parte de la solución y luchan por causas justas donde estos angelitos de cuatro patitas sean tratados con el amor y respeto que se merecen.
Perro aterrorizado temblaba de miedo al ser abandonado en una noche lluviosa.
Desafortunadamente, la realidad para cada perrito es diferente, especialmente para aquellos que pasan sus días intentando sobrevivir en las calles.
Esta es una de esas historias, como las que te hemos reseñado en otras ocasiones en Zoorprendente, que nos recuerdan que aunque hay seres despiadados capaces de realizar tratos injustos a los perritos, hay otros dispuestos a darles segundas oportunidades.
Dimka es el nombre de nuestro hermoso protagonista, un peludito que fue cruelmente abandonado por su dueño en una noche lluviosa. En medio de su terrible situación, el perrito solo podía llorar mientras intentaba refugiarse en una esquina.
Estaba muy asustado, temblaba por el frío, de miedo o hambre. O quizá una mezcla de todo, esto hizo que comiera un poco de rocas y tierra lo que más tarde terminó por empeorar su situación.
Por fortuna, un grupo de rescate local de Rusia supo de su caso y rápidamente se acercaron hasta el lugar para brindarle toda la ayuda que necesitaba.
Su situación conmovió a los rescatistas, es difícil comprender cómo alguien como puede hacerle tanto daño a un ser tan indefenso.
Cuando la ayuda llegó, el perrito se aferró a un más la esquina, era como si desde ese pequeño espacio quisiera aislarse de la terrible realidad que estaba viviendo.
Después de todo lo que había pasado le costaba confiar en las personas, por lo que los rescatistas tuvieron que llenarse de mucha paciencia para acercársele sin que el perrito se sintiera aún más abrumado.
Después de varios minutos uno de los rescatistas logró tomarlo entre sus brazos y lo trasladaron a la clínica veterinaria.
Tras una serie de exámenes lograron determinar que tenía cerca de dos meses de edad, estaba deshidratado y desnutrido, lo que más preocupó a sus rescatistas es que tenía dos gusanos en su cuerpecito. Estos suelen aparecen en heridas y ulceras.
Era necesario que actuaran cuanto antes, para así evitar que las larvas siguieran provocando daños, de lo contrario, pudiera ocasionarle consecuencias muy graves.
Afortunadamente, Dimka estaba en buenas manos, el veterinario limpió sus heridas y asignó un tratamiento a base de antibiótico oral para ayudarlo a sanar por completo.
Los primeros días no fueron nada fáciles, el perrito parecía sumergido en su propio mundo dentro de la perrera, no salía de la esquina y se intimidaba cada vez que alguno de sus cuidadores intentaba acercársele.
Sus cuidadores pensaron que era posible que haya sido maltratado por sus antiguos dueños.
No solo debían tratar sus heridas físicas, también sus heridas emocionales, estas llevaron un poco más de tiempo, pero con mucho amor y paciencia logaron que el perrito saliera de su caparazón.
Con palabras alentadoras y pequeños gestos de amor lograron que Dimka se les acercara. En el video uno de sus cuidadores le dice:
“No tienes que tener miedo, ven aquí, vamos. ¡Puedes hacerlo! Nadie te hará daño”
Finalmente comprendió que esas personas solo querían ayudarlo. Desde entonces, el perrito terminó su tratamiento recibiendo muchos mimos.
Ya han pasado dos meses desde su rescate y la transformación de Dimka es increíble. Ahora ama jugar con otros perritos del refugio pero sobre todo tener toda la atención de sus cuidadores.
“Ya entendió que la gente es buena, le encanta correr y que lo acaricien todo el tiempo. Si no lo haces ladrará”, dijo una de sus cuidadoras.
Este perrito está esperando conquistar una familia y seguir su vida bajo los cuidados de personas amorosas. Confiamos que tendrá el final feliz que se merece y llenará de alegría el corazón de quien reconozca que es un ser de amor que solo quiere sentirse amado.
Su vida cambió por completo gracias al increíble trabajo de un grupo de rescate que ofrece segundas oportunidades. Apoya al centro de rescate local y apuesta por ser instrumento de luz y amor en la vida de los peluditos.