Hace cuatro años, este perro fue abandonado en una estación del metro de Lima, Perú. El pobre perro, a quien sus rescatistas le pusieron el nombre de “Cabezón”, fue atado a una máquina con ruedas; las correas estaban tan apretadas alrededor del cuerpo del perro que no podía moverse y sólo podía permanecer allí con la cabeza inclinada.
Aunque no está claro cómo llegó allí “Cabezón”, Sara Morán, fundadora de Milagros Perrunos, un pequeño refugio en Perú que brinda atención a perros discapacitados, cree que su dueño pudo haberlo atado y abandonado allí después de que el perro se lastimara el trasero. piernas.
Bobblehead fue encontrado hace cuatro años por un grupo de niños, quienes lo alimentaron y lo liberaron del artefacto.
Según trascendió, Cabezoncito sufrió un accidente que lo dejó sin poder caminar.
Todos los días pasaba una gran multitud de personas, pero a nadie parecía importarle el perro. Sara afirmó que Cabezón ya estaba gravemente enfermo.
En lugar de dejar atrás a Bobblehead esta vez, los jóvenes lo llevaron a la casa de Sara, donde ella cuida a los perros callejeros y mantiene en catres a los más gravemente dañados o paralizados.
Sara llevó a Cabezón al médico enseguida, pero tenía malas noticias.
Dijo Sara:
“Su columna resultó gravemente dañada y sufrió insuficiencia renal. También tenía numerosos cortes y llagas, y no podía moverse porque lo ataron a una mesa y lo obligaron a orinar y hacer sus necesidades allí, lo que le rompió los genitales.
Es posible que Bobblehead no sobreviva, e incluso si lo hiciera, el veterinario predijo que quedaría paralizado.
Sara cree que mucha gente habría optado por sacrificar a un perro como Cabezón, especialmente en Perú, donde los perros, gatos y otros animales callejeros heridos y abandonados son un problema frecuente.