A veces, lo único que necesitamos en la vida es un pequeño empujón que nos ayude a superar nuestros miedos. Y, para Myko, ¡ese empujón fue una acogedora manta azul!
Al igual que la mayoría de los perros que salen de un refugio por primera vez, Myko también estaba estresado y definitivamente necesitaba un amigo.
Pero Myko no era un perro común y corriente, ¡y su ansiedad definitivamente no era algo de una sola vez! Este pequeño niño había estado lidiando con un trauma importante durante mucho tiempo.
Fue maltratado durante quién sabe cuánto tiempo, lo que provocó que temblara cada vez que escuchaba un fuerte ruido, fuegos artificiales o incluso camiones que pasaban…
¡Esta es la historia completa de Myko!
¡Elena y Russell recibieron a Myko en su casa con los brazos abiertos! Antes de que lo adoptaran en un refugio de Pensilvania, Myko pasó su vida en un refugio de animales en Carolina del Sur, donde probablemente adquirió su trauma.
Además de su mantita de apoyo emocional, ¡la cosa favorita de Myko en el mundo es visitar a sus abuelos! Le encanta pasar tiempo con ellos y, aunque no le gustan mucho las actividades al aire libre, visitar a sus abuelos lo hace sentir en paz.