El viaje de Becky y John hacia el matrimonio dio un giro inesperado cuando el destino les presentó una camada de cachorros necesitados. Todo comenzó con una publicación fortuita en Facebook de una organización local de rescate de animales, The Little Guild, que buscaba un hogar de acogida temporal para una camada de cachorros que se encontraban en su vecindario.
Con su pasión compartida por criar animales, Becky y John no pudieron resistir la oportunidad de cuidar a estos cachorros vulnerables. Su experiencia en la cría de lechones y vacas los hacía estar bien equipados para la tarea que tenían entre manos.
Su viaje como padres adoptivos comenzó con dos de los cachorros recién nacidos de la camada, cariñosamente llamados Penny y Patch. Como los cachorros eran demasiado pequeños para dejarlos solos, se convirtieron en compañeros constantes, e incluso acompañaron a la pareja en una excursión de un día a Cabela’s mientras se preparaban para su próxima luna de miel. Los cachorros estaban metidos de forma segura dentro de una bolsa de pañales en el carrito de compras e incluso disfrutaron de biberones de leche durante el viaje en auto.
En poco tiempo, su familia adoptiva se expandió para incluir tres cachorros más de la misma camada: Roley, Lucky y Freckles. La transición de los cachorros de la leche a la comida sólida fue una aventura en sí misma, que requirió múltiples alimentaciones a lo largo del día y baños frecuentes. Como Becky recuerda con cariño: “Fue un caos absoluto”.
Cuando llegó el momento de planificar su boda, Becky y John tomaron una decisión conmovedora y poco convencional. Eligieron incorporar a los cachorros rescatados en su día especial, reemplazando los ramos tradicionales con una adorable manada de cachorros rescatados.
Después de su encantadora celebración de boda, cada uno de los cachorros encontró un hogar amoroso para siempre a través de un minucioso proceso de selección que incluyó solicitudes, referencias y respaldo de veterinarios para garantizar la combinación perfecta.
Patch, ahora conocido como Mo, encontró su hogar definitivo con la tía de John, lo que permitió que Becky y John continuaran visitándolo regularmente. Becky cree firmemente que los interminables mimos que recibieron los cachorros durante sus días de acogida jugaron un papel fundamental a la hora de convertirlos en los perros maravillosos y afectuosos en los que se habían convertido.
Nota del editor: Posteriormente, recibimos una sincera carta de Chelsea, la anterior propietaria de estos cachorros, que nos proporciona información y aclaraciones adicionales. Chelsea enfatizó que los cachorros no fueron maltratados, abandonados ni abandonados en el jardín de un vecino. En cambio, su madre había sido rescatada de una perrera y, debido a sus propias experiencias traumáticas pasadas, había rechazado a su descendencia. Además, los cachorros no fueron criados intencionalmente; Chelsea buscó la ayuda de The Little Guild para que los cuidara durante este período desafiante. Nos disculpamos sinceramente por cualquier inexactitud en la publicación anterior y extendemos nuestro más profundo agradecimiento al Chelsea por informarnos sobre estos hechos.