Un perro pastor no respondía al llamado de su dueño. El hombre preocupado no imaginó que lo encontraría nada menos que salvando a un pobre corderito bebé.
Matías Márquez es un hombre que lleva una vida apacible en Irazusta, Argentina. Desde hace años, tomó la decisión de abandonar su vida citadina para dedicarse al cuidado de sus ovejas. Desde Zoorprendente hoy te traemos el conmovedor episodio que protagonizó su perro.
“No fue fácil tener un emprendimiento sin capital. Yo armé los corrales, hice los alambrados, soy partero y cuido a los corderos”, aseguró Matías.
Su perro no respondía a su llamado pero era porque estaba siendo un héroe
Su sueño era vivir de lo que le daba su tierra pero durante los primeros meses se enfrentó con todo tipo de dificultades.
Sus ovejas fueron emboscadas en varias ocasiones por animales salvajes y Matías comprendió que debía tomar serias medidas para protegerlas. Unos amigos le hablaron sobre los perritos de raza maremma.
“El perro es el mejor amigo del hombre. Pero también lo es de las ovejas”, celebró Matías.
Hanna y Raptor se convirtieron en los mejores perros ovejeros del mundo
Estos peludos son una variedad de mastín que se originaron en Italia y durante siglos han sido los compañeros de los pastores para defender a las ovejas.
Fue así como Hanna y Raptor llegaron a la vida de Matías desde que eran tan sólo unos cachorros. Quería acostumbrarlos desde muy pequeños a convivir con las ovejas para que todos se convirtiesen en una bonita familia.
“Hoy, tanto Hanna como Raptor marcan su territorio y cada uno cuida su zona. Son intimidantes ante cualquiera que busque herir a sus ovejas”, explicó Matías.
No podía imaginar que este dulce bebé se transformaría en un gran perro ovejero
Hace poco, Raptor demostró que realmente estaba dispuesto a hacer lo necesario por cuidar a las ovejas.
Era un día normal en la finca, Matías unió a las ovejas del corral para dar una vuelta por el terreno. Cuando regresan, suelen venir acompañadas de Hanna y Raptor pero esta vez no fue así.
“Me pareció raro que no acudiese a mí. Siempre hace caso”, dijo Matías.
Raptor jamás perdería de vista a su rebaño encomendado
Raptor no aparecía por ningún lado. Matías pensó que regresaría en cuestión de un par de horas pero al llegar al anochecer comenzó a preocuparse seriamente por la ausencia de su perrito y salió a buscarlo.
Finalmente lo encontró en una extraña posición y el peludito se negaba a acudir al llamado de su dueño.
“Caminé despacio y vi a su lado a un corderito recién nacido, hecho una bolita”, dijo Matías.
Matías no entendía lo que sucedía hasta que finalmente se acercó a su leal pastor ovejero. Raptor estaba acurrucado junto a un corderito.
Era muy pequeño y el pobre parecía aterrado sin su mamá. Sin la protección que le brindó el hermoso Raptor durante horas, era muy probable que el corderito no lograse sobrevivir. Era un perrito maremma realmente entregado al cuidado de sus ovejas.
“La madre del cordero regresó sola al corral y Raptor decidió quedarse ahí, cuidándolo. Por suerte se quedó, de otra manera hubiese muerto porque había una gran helada”, dijo Matías.
A falta de la madre, Raptor supo que debía intervenir para salvar al pequeño cordero
De alguna manera, Raptor comprendió que no podía dejar allí al corderito más pequeño de la finca. Cuando Matías regresó a la cabaña, una mamá oveja comenzó a balar de alegría al reencontrarse con su corderito. El amoroso Raptor le salvó la vida. Y ese dulce encuentro jamás hubiera sido posible de no ser por el desvelo y la preocupación de este hermoso perrito.
El enorme corazón de los animales es algo que nunca dejará de sorprendernos.